La verdadera forjadora de promesas del fútbol: La historia de Angélica Ramos

Disculpe, usted es Angélica Ramos?, pregunta el fotógrafo a una señora de metro y medio de estatura, ropa rosada, mirada angelical.

Ella lo observa fijamente unos segundos, le extiende la mano y dispara: "¡'La Vieja', huev..., si vas a ser mi amigo dime 'La Vieja'!". La mujer estalla en carcajadas.

Definitivamente es ella. De pronto ya estamos siguiéndole los pasos rumbo a 'La Bombonera, su centro de operaciones': una cancha deportiva en las faldas de un cerro en la urbanización El Trébol, en Los Olivos. Aquí, a los pies del arenal, cada fin de semana desde hace casi 40 años, esta mujer de 87 primaveras entrena a un batallón de 80 muchachos.

Todos tienen entre los 7 y 17 años, y sueñan con ser como Lionel Messi o Paolo Guerrero.

En sus 40 años como entrenadora, nunca le han faltado el respeto?
No, porque de un 'carajazo' los bajo.

Y los papás nunca le han reclamado por entrenar a sus hijos al estilo de Natalia Málaga?
Una vez hubo un chico que lloraba por todo. Le daban la pelota, lloraba. No se la daban, lloraba. Entonces le dije: '¡O agarras la pelota o te vas a tu casa, caraj...!'. Su mamá vino a encararme. Y al día siguiente vino el papá. Pero yo no tenía miedo, ni que se me fuera a caer el calzón, qué cosa. Al final el señor venía a felicitarme porque su hijo lo avergonzaba llorando por todo. Necesitaba que alguien lo cuadre.

'La Vieja' descubrió a Jorge 'Coco' Araujo, Pavel Villavicencio, Gerardo Bravo, entre otros chicos que hoy juegan en la profesional.